Es bien sabido que el algodón orgánico posee características de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Sin embargo, ¿tenemos un conocimiento real acerca de las diferencias que existen entre el algodón orgánico y el convencional?
Te contamos por qué en FIKA apostamos por el algodón orgánico:
Menor deterioro del suelo
Se cultiva sin el uso de pesticidas, fertilizantes químicos y semillas modificadas genéticamente. Al mantenerse en buen estado, los suelos actúan como un reservorio natural de carbono, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.
Menor utilización de agua
Se requiere menos agua en la producción de algodón orgánico, permitiendo un ahorro de casi 2.000 litros de agua por cada tonelada en comparación con el algodón tradicional. Además, debido a la ausencia de productos tóxicos, no se contaminan las fuentes de agua locales.
Mejores técnicas de producción
Se utilizan técnicas como la rotación de cultivos y el compostaje natural para evitar impactos negativos en el medio ambiente que promueven la salud del suelo, la biodiversidad y respeta el ritmo natural de la tierra sin forzarla.
En FIKA, utilizamos algodón orgánico en la fabricación de nuestros productos porque aporta suavidad y está hecho para durar. Es por ello que nuestras fibras son eco-friendly y buscamos ser una alternativa sostenible a lo tradicional.
¿Te unes al movimiento del algodón orgánico?